Jean Olivier Hucleux
R.I.P
Bárbara X
1976 – 2006
El siete de abril del 2006, Bárbara, al pisar el acelerador de su deportivo, alcanzó los 180 kilómetros por hora en una fracción de segundo. Al entrar en el túnel de Alfonso XII, sonó el móvil. Sujetó el volante con una mano y con la otra rebusco el portátil en el fondo del bolso. Al mismo tiempo intentó levantar el pie del acelerador. No pudo al quedarse enganchado el tacón del zapato de aguja en una ranura de la alfombrilla. Bárbara, por primera vez en su vida, no supo controlar la situación. El bólido, con el depósito rebosante de gasolina se empotró contra una pared de cemento. Empezó a arder de inmediato. Al llegar los bomberos quedaba un amasijo de hierros retorcidos y humeantes. El túnel olía a parrillada y goma quemada. Después de descuartizar la chapa con sierra eléctrica consiguieron sacar unos trozos de piel carbonizados pegados a un esqueleto. El oro blanco del reloj de muñeca se había fundido, cercando un hueso ennegrecido. Los brillantes refulgaban bajo la luz de los proyectores. Protegido por una esfera intacta, el mecanismo suizo de última generación seguía marcando el tiempo con puntualidad británica.
Anne impactante relato de una realidad que nos persigue cotidianamente a muchos. Me gustó lo que lograste con tan breves palabras. Creo que no es un simple relato sino un llamado a la cordura para valorar nuestra vida más allá de lo superfluo.
Saludos
Muy bueno… y en ese momento nada vale…
!Lo que no vale al día de hoy en Madrid es caminar con zapatos de aguja¡
Otra vez gracias