Hoy, 15 de junio de 2009, podríamos ir a pasear a Tintorera, islote de lava próximo a Isabela. Previamente nos vestiremos con pantalones cortos, camisa fina de algodón, cubriremos nuestras cabezas con sombreros de panamá y nos calzaremos con zapatillas de trecking, ungidos en crema solar, disfraz muy banal y sin embargo indispensable para no morir abrasado bajo un sol implacable.
Tomaremos prestado un barco de pescadores un tanto destartalado pero lleno de encanto, capitaneado por un pelicano.
Unos lobitos de mar se deslizaran, juguetones, atraídos por la estela del barco. Olerá un poco a gasolina pero no repararemos en ello, conquistados por el entorno sonoro y azul.
Nos acercaremos al islote, negro de lava, blanco de guano y verde de manglares.
Unos piqueros de refinadas patas turquesas nos aguardaran impasibles, seguros de su impacto visual mientras unos pingüinos enanos nos contemplaran indolentes.
Caminaremos bajo un sol vertical en un paisaje carente de sombras.
Nuestros pasos crujirán sobre el camino de corales desmenuzados color marfil. El mar chapoteará contra la orilla de lava. Nos rodearán centenares de iguanas fundidas en la roca, masa negra pululante de ojos.
Una iguana, fijada en piedra, otea el horizonte, cual ermitaño pensativo.
Llegaremos a una playa paradisiaca (aunque suene muy cursi) donde un lobo de mar, gordo y sedoso, saldrá plácidamente del agua.
Llenos de envidia, querremos compartir su baño pero un cartel nos lo prohibirá.
El pico de un ostrero
y el caparazón de un cangrejo salpicarán de rojo nuestro camino de regreso .
Acabado el paseo volveremos a embarcar bajo la mirada sarcástica de una tortuga con un desconcertante parecido a E.T
Y esto, una firma de madera.
Que viaje tan increíble estás haciendo.
Dear Anne… Por un milagro de la naturaleza aún existe Las Islas Galápagos aunque de continuar el incremento del calentamiento global lo perderemos irremediablemente. Lo que allí viste es la mitad de lo que encontró Darwin en siglo XIX. Y según las investigaciones de la fundación que dirige Al Gore, estos últimos 50 años han sido terriblemente devastadores para el mundo. Haces muy bien en compartir con todos las maravillosas fotos de tu visita a aquel rincón del Edén. Espero que jamás sea sólo un recuerdo.
Saludos
Entrañable Michaelangelo, me doy cuenta de la suerte inmensa de poder visitar Galápagos. Como las palabras se quedaban cortas, he intentado comunicar lo que sentía haciendo fotos. No te quepa la menor duda que Galápagos, de ahora en adelante, viajará siempre conmigo en un rincón recondito de mi ser llamado alma.
Un cariñoso saludo. Anne
me apasiona
LEON
León, es apasionante! Si quieres este verano escribimos otro cuento. Un león en medio de los animales de Galápagos podría tener unas aventuras super chulas, no te parece? Un poco como los cuentos de Caroline, pero contigo de protagonista.
Un beso de aquí a la luna, ida y vuelta, un millón de veces.
Nanou.