Pequeñas infamias o la vida íntima de una ciudadana llamada X (6)…dando por supuesto que X es intercambiable y de sexo variable.

Radiografia de la máscara de Tutankamon.

 Al quitarse el albornoz frente al espejo, X se pellizca la mano mientras el reflejo hace lo mismo. Siente dolor. No está soñando, la belleza de pechos generosos y firmes, cintura de avispa, (dos costillas menos), trasero sexy, (nada que envidiar al de Jennifer López), es ella sin lugar a duda.

 Esta noche, en la fiesta de la empresa, después de haberse pasado el último mes encerrada en una clínica de estética, va a estrenar su nueva y carísima  imagen, gasto alocado para una  secretaria, dirán sus compañeras de trabajo, (cuarenta y ocho plazos mensuales durante los próximos cuatro años), buena inversión  para ella, deseosa de conquistar al jefe y a su abultada cartera. Acerca su rostro al espejo. Un entramado de hilos de oro tensa su cara ¡Ni una arruga! Y la boca, ¡dios mío!, ¡que boca!, pulposa, sensual, irresistible…X  manda un beso al espejo, beso que el espejo no reproduce. Los músculos faciales de X paralizados por exceso de botox no responden al impulso cerebral. Pequeño detalle en el que X no repara, demasiado ensimismada en adorar la visión de mujer todopoderosa proyectada por su mente.

X entra en el restaurante, reservado por el jefe, para celebrar, como es habitual, el aniversario de la empresa. El local se le antoja cutre, la crisis quizá. Recuerda otros muy lujosos donde nada más franquear el umbral empezaba a reptar como un gusano amparado bajo un anodino traje pantalón.

El hecho es que ahora, ceñida en un vestido de gasa rojo con escote de vértigo, se siente como una estrella caída en una pocilga. Esta desagradable sensación desaparece en el mismo momento en el que nota como decenas de ojos masculinos la devoran de forma libidinosa mientras bocas femeninas se quedan abiertas destilando bilis.

El jefe, situado en la cabecera, se levanta, la abraza efusivamente – Querida X, no sabes cuánto te hemos echado de menos, el mes de vacaciones te ha sentado de maravilla… ¡me he quedado corto!… ¿verdad chicos?- delante de tal afirmación los aludidos aprueban meneando vigorosamente la cabeza de arriba abajo, la mirada imantada por la exuberancia de los senos tan generosamente desvelada.

Si no fuera por las atenciones del jefe- llámame Borja por favor-, a X la cena se le hubiese antojado insoportable.  Lleva años  tomando ensaladas sin aliñar, la comida siempre le dio asco. La vista y el olor de los fritos y del cordero le dan nauseas. Pero Borja, la meta de su ambición, está a punto de caer entre sus redes… siente como su mano se desliza sobre su muslo, ella no la detiene, sino que alienta el gesto acercando su rostro al de su presa esbozando un mohín de lo más sexy.

O por lo menos esto piensa. Porque Borja se queda atónito viendo como su mano, al juzgar por la impasibilidad de las facciones de X, no provoca ninguna reacción. ¡Qué control! cavila Borja, algo molesto delante tamaña indiferencia. La verdad es que a él tampoco le está resultando muy excitante la transgresión cometida bajo  la mesa. Después de tantear las  piernas huesudas, no hace falta mucha imaginación para dibujar el mapa corporal de lo que le espera: un trasero fabricado en serie, una tripa famélica metida para dentro, unas costillas  que se clavan, unos pechos que ahogan. Pero la crisis es la crisis y el dinero no le da para pagarse las adorables lolitas rusas que tanto lo trastornan.

Al salir del restaurante, Borja  invita a X a tomarse una copa a su casa. X, por poco salta de júbilo: ¡objetivo conseguido y a la primera! Se abalanza entre los brazos de Borja y le propina un beso apasionado que se le antoja al destinatario más higiénico que otra cosa. Cuando se acabará esta maldita crisis, suspira, tragando saliva, mientras sus manos se enredan en las extensiones rasposas del pelo de X.

32 comentarios en “Pequeñas infamias o la vida íntima de una ciudadana llamada X (6)…dando por supuesto que X es intercambiable y de sexo variable.

  1. Muy bien dibujada la personalidad de esta trepa que piensa que puede utilizar la cirugia para atraer al pesado de su jefe. No parece muy inteligente ni en elegir su objetivo ni en los medios. Pero sus acciones y pensamientos son muy consecuentes. Una maravilla como das vida a tanta variedad de personajes. Un saludo al sol.

    • Concha, una trepa y un sinvergüenza igual no forman mala pareja! Como estamos en crisis y el ambiente está tenso me he querido reir un poco de la cirugia estética y de sus abusos. Un saludo a la sombra,¡suertuda!

  2. Bueno, Anne; vaya dos patas para un banco! como se suele decir. Me pregunto si eso del primer beso no le habrá dejado a este hombre un poco desanimadillo. Tanto plástico sintético tiene que hacer daño hasta en el paladar. Esto rezuma actualidad y nos hace pensar en las tonterías que se llegan hacer para nada. Al final todo es tan fugaz que no se yo si merece la pena.
    Muy bueno.
    Abrazos

    • piper, me ha gustado lo de las dos patas para un banco…lo malo es que faltan otras dos para que se sujete! Te agradezco el cumplido.
      Abrazos,

  3. La belleza superficial, falsa, sin fondo, como una máscara.
    La belleza como moneda de cambio y personas que no saben mirarse a los ojos.
    Arquetipos de hombre despreciable.
    Que poético y odioso.
    (Que bueno, cuatro relatos de un golpe!!)

    • fanou, he cogido dos arquetipos, caricaturas de seres que no me caen del todo bien. Creo que se nota! Y a esto de leer cuatro relatos seguidos, lo llamo solidaridad bloguera!

  4. Y a mi que me ha parecido que quedaba abierto a una segunda parte en la que todo lo que se sabe se descubre y el dinero del jefe no compra más que miserias que nunca colman la ambición de la secretaria y que la hacen cada día más feñiz y él con sus rusas y … ya sabes tú.

    • Juanjo me encanta dejar un relato abierto y que cada cual se imagine lo que quiera. Me gusta tu sugerencia, hurga en el cliche hasta convertirlo en radiografia.

  5. Dear Anne… Que bien dibujaste con palabras el perfil de una pareja muy conocida, admirada y modelo de muchos en el mundo de hoy. Hoy no te reclamo por dejarme con las ganas de leer más, sino agregar que tienes una muy buena despensa de personajes que deben estar pugnando por salir a vivir sus historias en una novela.
    Saludos.

    • Dear Michaelangelo, no te voy a negar que tengo en el congelador unos cuantos personajes listos para salir. Lo que me falta es la trama, lo más importante, la cambio cada dos por tres…y se queda en nada!
      Saludos,

  6. Una pareja de papanatas bien dibujada que me ha hecho sonreir de nuevo. Me ha encantado lo de la falla del músculo no reflejada en el espejo. El «llámame Borja por favor» para partirse! Ignoro si el 6 significa que hay 5 relatos anteriores ¿? Bucear me toca en tu Blog para encontrarlos … en cuanto me asegures que son divertidos por favor! Abrazos.

    • letras, con estos relatos que son varios y clasificados en mi blog en la categoría: X- pequeñas infamias, me divierto. Son caricaturas y no pretenden ser otra cosa! Abrazos,

    • Juanjo, poqué no hace ninguna falta que te releas, te había entendido perfectamente. En feliz, habías intercalado una ñ que leí como una n, solo faltaba la i para infeliz.
      Sherlock,

    • Charlotte, me alegro mucho que te hayas reido con la descripción de la mujer de plástico porque me he divertido mucho escribíendola!

  7. Qué fiasco!! Todo el tiempo invertido, todo el dolor acunado, para terminar siendo una caricatura de sí misma. Un paliativo pobre y sintético de la libidinosidad abyecta del don Borja.
    Es tragicómico, sabes. Muy tragicómico.
    Haces reflexionar tantas cosas en este texto mi querida Anne que como de costumbre es un gusto leerte.
    Saludos

    • Chieseli, si es verdad que la situación es tragicómica, pero mientras podamos riámonos a mandíbula batiente… que nunca se sabe!
      Un abrazo,

  8. Estoy de acuerdo con uno de tus comentarios, es como una caricatura de dos personas detestables. Me parece un poquito difícil acomodar lo del sexo variable o no entiendo lo que quieres decir con el título de la publicación.

    • Juan Pedro, me divertí buscando un nombre un tanto loco para una serie de relatos, (Pequeñas infamias etc…) este es el sexto. Con este título quería decir que X podía ser una mujer pero que bien podía ser un hombre, porque pequeñas infamias cometemos todos. Se me acaba de ocurrir que en el proximo relato, la ciudadana X será un hombre que también podría ser una mujer. No sé si me explico, me da la sensación de que no!

  9. Me sonreí todo el tiempo Anne! La boba de plástico y el truán en crisis!…se merecen mutuamente! Qué bien retratados. Me falta la parte donde X se da cuenta de lo que provoca! (esa me la imagino yo 😉 Un abrazo!

    • Claudia me alegra haberte hecho sonreir. En cuanto a X y la reacción que provoca, dudo que se de cuenta, venera a su nueva ímagen como a un ídolo.( Bueno esto me imagino!)
      Un abrazo,

  10. Leo, releo, y finalmente me obsesiono con esa imagen (que mi cabeza ha pintado según sus propias fantasías) de X y su beso «higiénico». Ni siquiera podía mover los labios como su cerebro ordenaba, hinchados de tanta toxina, artificiales y hasta un poco fríos, tal vez. Y él, un pobre tipo. No tanto por ella, por X, sino porque estoy seguro de que morirá sin haber luchado nunca por sus anhelos, sean cuales fueren. Nunca venderá su automóvil ni se mudará a un piso más pequeño para disfrutar un rato de su lolita rusa. Felicitaciones!

    • Lblopas, creo que si hay mujeres dispuestas a distorsionar su ímagen hasta tal punto debe de ser porque piensan amoldarse a la ímagen ideal deseada por el sexo opuesto. Pero en el deseo entran otros factores ajenos a la famosa medida:90-60-90, no te parece? En cuanto al tipo está fabricado en serie. Gracias blopas.

  11. esta pareja se merecen el uno al otro. Personajes como estos lo he encontrado en oficinas públicas y esas comidas de oficina son el teatro ideal para sus desfiguros. Son de risa loca, decimos por México. Me pregunto: ¿cómo será tocar a una mujer de plástico? Caramba anne, que me haces pensar locuras y me río de ello. Gracias por esto. saludos.

  12. Pues a mi me parece de lo mas real, desgraciadamente son una típica pareja cada vez más abundantes en esta nueva fauna que nos rodes; vamos que no me sorprendería nada encontrarmelos cualquiera de estos días comparitieno restaurante.

    Genial relato, desenfadado y plenamente conseguidos los retratos apenas con cuatro trazos de escritura. Tiene desenfado y a su vez calidad. Lo he disfrutado plenamente.

    Abrazos.

    • Ernesto me cruzo con parejas así a menudo. Personas de carne y hueso reproducidas sobre papel. De carne, hueso y… silicona, mejor dicho, que despiste! Te agradezco el comentario, a ver si en estos tiempos tan «chungos» se me ocurren más relatos desenfadados

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