Fotografía Maria Gabriella Cilento.
…buceabas sobre praderas de agua, pureza con sabor a sal que una brisa rizaba, a lo lejos, en su superficie.
Buceabas lejos de la vida, de los recuerdos, de los desengaños, de la crueldad y de la mezquindad; lejos de la funda demasiado estrecha del cuerpo que te aguardaba a la salida, en la sala de los objetos perdidos, polvo y ácaros en las tripas de un peluche tuerto.
Peces plateados nadaban a tu alrededor en una ondulación que se expandía y se encogía al ritmo calmo de tu latido.
Eras agua y tibieza, burbuja irisada de luz, sombreada por el vaivén oloroso de un bosque encantado. La redondez de las rocas era suave y pulida; la ternura descansaba sobre un lecho de arena y un tapiz de algas, que acariciabas con la mano.
Entras en un túnel. ¡No cabes! ¡Te estalla la cabeza!
Un relámpago seco. Tus pulmones se encogen, tu cuerpo azulea, no sabes que te ocurre, solo sabes que algo va mal.
…¡Es un niño! exclama el médico.
Querida Anne, me ha emocionado leer tu relado y ver mi foto que lo sugirió justo arriba…. he podido sentirme un poco partícipe, no digo colaboradora porqué esa es otra cosa, más importante de una pequeña y simple participación .
Todo muy bonito y poético lo que has escrito y además leyendo me sentía yo misma protagonista , en la primera parte del relato, porqué el otro dia, sentada en aquellas rocas redondas (que parecían dibujadas a proposito por la Naturaleza, justo para sorprenderme y encantarme) , mirando hacía el espejo plateado de la laguna, estaba yo buceando lejos de la vida, de los recuerdos, de los desengaños , de la mezquindad que a veces siguen heriendo…….
La segunda parte …. aquella no era yo….. jaja !! Pero muy sorprendente y bonita también !!
Lo interpreto como una fuga de algo acabado que afecta todavía y , al final, llega un relampago repentino de un inicio inesperado a una vida nueva .
Gracias , Anne, me ha encantado !
Un abrazo,
Gabi
Gabi, tu foto es una foto del paraíso y siempre pensé que en nuestro subconsciente el paraíso perdido, a los que todos queremos retornar, es el útero materno. Así que todos protagonistas! Pero nunca puedo dejar de pensar en el sufrimiento que debemos sentir al nacer, al irrumpir tan violentamente en el mundo y al dejar tan bruscamente el paraíso, paraíso que has reencontrado en Menorca. Tu foto es preciosa, mi texto no le hace justicia! … pero está escrito con cariño. Tu comentario es tan bonito como la foto, te lo agradezco de corazón.
Un abrazo querida Gabi,
Anne
Todavía estoy con el corazón encogido.
Vive o muere el bebé. Esta azulado mala cosa, pero el médico exclama: ¡es un niño!
Lo mismo el bebé piensa que algo va mal porque nace a la vida y le espera, desde el primer momento, querrear.
Me quedo con la duda… que más da. Lo que cuenta es la belleza del texto.
Un abrazo
Mercedes, el bebé vive! Al describirlo azulado deseaba dar una imagen de ahogo, de muerte: al nacer y al encontrarnos en un medio no acuático, nos debemos sentir como peces fuera del agua, pero a diferencia de los peces, no damos coletazos, estamos todavía más desamparados. Gracias por el comentario Mercedes, eres un sol!
Un abrazo,
Tiene que ser muy traumático para el feto abandonar esa dulce burbuja, ¿no?
Me quedo con esta frase: «Eras agua y tibieza, burbuja irisada de luz, sombreada por el vaivén oloroso de un bosque encantado. » Así quisiera sentirme yo hoy, aunque esté ya talludita.
Zambullida, tu nombre le va que ni pintado al texto! Yo también tengo nostalgia de la burbuja… a veces, otras no.
Un abrazo,
PS. cuando escribes no eres nada talludita!
Que bonito relato de lo que debimos sentir cuando nos apartaron de la tibieza del seno materno. Una delicia.
Concha, gracias! Madrid en esta época del año es todo menos tibieza!
Un abrazo,
La calma del antes de, su calidez, la ausencia total de problemas. La ignorancia del tiempo y el espacio. Y todo concluye con el primer trauma, por el que todos hemos pasado.
Y a partir de ahí… es otra historia. 🙂
Saludos.
Alan… y a partir de allí el hombre del saco! Qué se vaya a tomar por saco el hombre del saco!
Un abrazo,
El misterio de la vida, la vida misma, la gestación mágica en un medio acuoso, sonidos, tal vez música, el amor de una madre impaciente por su niño que nacerá…, la mayor felicidad de la mujer, el mejor premio que solo ustedes pueden sentir y vivir…
Buenísimas letras…, para una noche donde la ola polar va llegando…
Un beso
C.
La foto de 10…
El misterio de la vida siempre me fascinó y me seguirá fascinando hasta que muera. Tienes ola polar u nosotros ola sahariana! La vida regida por extremos! Gracias Carlos por lo de » buenísimas», sabes que aprecio mucho este adjetivo. La foto de Gabi es de 10.
Un abrazo,
Hola Anne, te tenía un poco abandonada (debo reconocer..) pero a mi vuelta me agrada saber que mantienes esa facilidad para inspirarte y sacar buenos relatos desde los estímulos que recibes de otros artistas (pinturas, fotografías, etc). Es genial la retroalimentación. Saludos!
MX… retroalimentación es vida!
Buceando, buceando, eso es lo que hace el bebe, es un barquito tratando de pasar por los estrechos. Fuerza, intuicion y el aliento constante que conocer… Bello texto querida Ann, Te dejaré una sorpresaa… un abrazo y un beso Rub
Gracias rub! Me encantan las sorpresas!
Un abrazo,
Después de mucho (demasiado) tiempo alejado de tus historias, encuentro esta, en la que haces razonar a un un niño a punto de nacer (ya no es un feto), lo haces consciente de su realidad, algo aparentemente imposible pero que la literatura, el arte, la sensibilidad creadora, puede convertir en real y hasta creíble.
Me gusta cómo manejas, cada vez con más soltura, el lenguaje, y vas creando lentamente, aunque sea en un texto breve, un ambiente casi mágico que desemboca en la cruda realidad por la que hemos pasado todos: ¡se acabó lo bueno!
Bueno, no, lo bueno sigue estando ahí, en tu relato.
Un abrazo.
Albert, qué comentario más certero! Ya se nota que me lees desde hace mucho tiempo! Creo que, poco a poco me voy sacudiendo el miedo a escribir, a las palabras, a equivocarme. Y sí, intento crear ambientes…quizá sea debido a mi afición al cine. En cuanto a lo bueno está en todas partes, en tu comentario tan cariñoso por ejemplo.
Un abrazo,
Anne, tengo un hermano que asegura recordar sensaciones dentro del vientre de mi madre. Soy algo escéptico sobre su afirmación; tal vez me equivoque y sí tengamos minúsculos vestigios incrustados en lo más recóndito de nuestro cerebro.
Besos. Rafa
Rafa, yo tampoco me acuerdo de nada pero que supongo que el momento del nacimiento debe de ser un poco traumático. Qué suerte tiene tu hermano!
Un abrazo,