La ventana divide la figura de Ana A en diez rectángulos de luz separados entre si por cuatro cruceros y cinco tablerillos. La guillotina está atascada así como el bolígrafo de Ana A. La punta de los pies de Ana A reposa sobre el borde del alféizar donde ha ido a rodar su bolígrafo. Encima de las hojas en blanco del diario motas de polvo van escribiendo la historia de Ana A, quien, por cierto, siempre creyó que eran partículas de luz.
Wilhelm Hammershoi.
Luz que refleja ensoñaciones translúcidas, de aquello que fue sin serlo del todo. La pátina de polvo sella los recuerdos.
Para mi la luz es un elemento vital, soy un poco planta! Bonito comentario, gracias.
Un abrazo
Nos gusta tu blog. Es imaginativo.
Muchas gracias por tu cumplido, me alegra de verdad.
Las motas de polvo que desvela la luz son siempre hermosas.
Todos los soñadores conocemos la belleza de las motas de polvo bailando en la luz.
Un abrazo
Esas particulas de luz son las palabras que una vez escritas iluminarán la vida de Ana.
Cierto, Ana, muy cierto.
Un abrazo
El reflejo de la ventana, la sombra, sobre Ana, es una bella imagen y la luz como pluma essobresaliente, Bella prosa querida amiga Rub
La luz y sus sombras, querido amigo. Gracias por pasar y dejar tu comentario.
Abrazos