La paja huele a pan recién horneado. Unos niños juegan en la era, la brisa transporta sus risas. Una libélula emprende su vuelo en el complicado laberinto de venas que surcan los párpados de Ana A. Roza muretes donde se enredan zarzamoras cubiertas de bayas y flores silvestres. Sobrevuela landas rosas de brezo, verdes de helechos, donde caballos blancos y salvajes trotan, las crines al viento. Huele a marea. El aleteo se vuelve febril. Tras el mosaico de las alas el sol se expande en ondas circulares sobre la liquidez de los ojos de Ana A, marea de fuerte coeficiente que desborda los estrechos márgenes de su diario.
Picasso.
Leerte siempre me hace percibir sensaciones que me transportan…
Un abrazo
Carlos
Muchas gracias, Carlos. Es un gran elogio él que me haces.
Un abrazo
El jardín desborda los márgenes del diario… de su vida. Esa libélula enredada en la maraña de venas de sus párpados alleteará hasta romperlos. (esa imagen me encantó).
No me di cuenta que un diario no tiene márgenes. Afortunadamente. Gracias por pasar y comentar.
Un abrazo
Bela imagen de la libelula enredada entre la maraña de canales que febril aletea es hermosa querida amiga un beso Rub
rub, el campo es lo que tiene: está lleno de bichos y acerca al origen. Gracias por pasar por el jardín de Ana A.
Abrazos.
Es un «menú» largo y estrecho el que aquí degustamos, Anne. Unos necesitan 300 páginas, tú unas líneas.
Es un menú tan largo que no hace falta probar todos los platos… demasiados por un pobre mortal. Gracias de nuevo, zambu.
Un abrazo.