Innisfree.
Bajo siglos de tierra y gusanos,
vi la luz en Innisfree.
Herida de musgo,
ardiente y roja,
entre brumas y grisallas,
sin conocer el azote del viento
ni el secreto de los duendes,
fui corazón de la rosa,
intuición del horizonte,
crepúsculo y espinas,
harapos de seda.
Bajo la untuosidad del lodo
percibo de nuevo
el rasguño del mundo
clamor y furia de los otros,
desesperación de mi alma,
múltiple y esquiva.
Que genialidad tienes para construir versos sobresalientes, al meterte entre las carnes de la creación, esa herida de musgo me remonta al inicio de la vida, musgo , bruma, y viento… excelente querida amiga un abrazo
rub, amigo, me sonrojo delante de semejante cumplido, pero estoy encantada! Gracias! Lo de genial lo dejamos para los que se lo merecen, te parece?
Un abrazo
cierto me dejé llevar por la emoción, lo dejamos en sobresaliente… beso
Vale! 🙂
Precioso!!!
Gracias, Cristina!
Un abrazo
Por Dios Anne, creas con palabras un universo rico, espeso, dulce… lleno de vida. Lo leí tres veces… maravilloso!!! me encanta.
Ana Maria, una vida vegetal, origen y fin. Me he puesto trascendente, pedante! Horror! Gracias, Ana.
Abrazos
Aquí llega la primavera, tiempo para imaginar y percibir, tú estás en la primavera del mundo con palabras que nacen y hacen poesía bella para leer e imaginar…
Lo que me dices es muy bonito, Carlos. Atesoro este comentario en mi corazón.
Un abrazo.
¡Tiene una gran fuerza, Anne! Enhorabuena.
Gracias, zambu! Es lo que he procurado escribir: un texto con fuerza.:)
Un abrazo
Siempre es una grata sorpresa pasear por tu página y deleitarme con tus versos, lo mejor para relajarse un poco del ajetreo diario, en mi caso de hacer y deshacer maletas… Un beso
Ay! Las maletas! Concha, gracias por pasar y comentar a pesar de tu ajetreo.
Un abrazo