¡Esta no soy yo!

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Alexander Rodchenko. 

 

 

¡Esta no soy yo!

le chillas al espejo.

Soy otra otra otra

eco eco eco

muy adentro

tan adentro, tan oscuro

que sientes miedo.

Pero allí estás, erguida,

sobre la cuneta de tus venas

haciéndote auto-stop:

rostro jugoso

boca de loba,

deseo a flor de piel,

¡Y el brillo de tus dientes!

¡Y él de tus ojos!

¡Esa eres tú!

¡Te habías olvidado!

¡Mosquetera de ti misma!

¡Caray! ¡ De ti misma!

Esbozas una sonrisa,

de oreja a oreja,

y hambrienta de ti misma,

asciendes a ti misma,

embriagada de ti misma,

despeinada de ti misma,

loca de ti misma,

no coges el ascensor

sino que bajas las escaleras,

de dos en dos, corriendo,

dispuesta a comerte

¡La calle, el mundo,

lo que se te antoje!

Tú misma.

10 comentarios en “¡Esta no soy yo!

  1. A veces también desconozco a esa mujer cansada que ahora veo en el espejo. Y me pregunto por esa otra que está en las fotos viejas y en mi alma. Cada vez más y más lejos, una de otra y sin embargo ambas, todas, adentro. La foto es preciosa, llena de fuerza, así como lo que cargan las palabras. Un abrazo Anne.

    • Ana Maria, a mí me pasa lo mismo.Capas y capas de estratos,sedimentos que a veces nos alejan del yo primigenio o de nuestros sueños, capas y sedimentos que sin embargo nos configuran. La foto es una maravilla. Energía pura.
      Un abrazo, ¡No!¡Mil!

    • Complicado saber quien es una (uno) de verdad. Quizá dependa de los momentos, de las remembranzas de la adolescencia cuando, todavía, todo es posible.
      Agradezco los besos y las flores, abrazos mil.

  2. Te advierto que en la calle, esperándote, está la otra. Insiste en que eres tú, y recita no sé qué poema sobre un espejo. Tú misma…
    Abrazos, siempre

    • Armando, he sido una pésima compañera bloguera. No tengo excusas. Espero encontrarme con la otra y que sea un poco más formal.
      Abrazos, siempre. Aunque atrasados.

  3. Me acuerdo un tiempo cuando, en la adolescencia, uno ensayaba casi cada día nuevas personalidades y nuevas vidas como el que busca unos zapatos que se ajusten. Con el tiempo, es uno el que se va ajustando a la vida y lo que ve en el espejo son las marcas que esos zapatos le dejan, en especial si no los escojió bien…
    Me gusta mucho como escribes 🙂
    Un saludo

    • Tiene toda la razón, Miguel. Pero como soy soñadora me escapo a menudo de la horma de mi zapato bajo amenaza de asfixia! Muchas gracias por comentar mi post. Siento mucho la tardanza en la contestación pero he tenido mi blog en el más absoluto de los abandonos.
      Un atento saludo.

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