Cyclamen
Como en los primeros días del mundo,
la luz, veteada de humus, brilla sobre mi piel,
mi corazón salta como un animal, revienta las redes,
desbocado, loco, humeante de niebla,
lejos de la palabra, del ruido y de la furia,
enroscado en el rumor de la savia.
Todo es ceremonia en el jardín salvaje de la infancia. Pablo Neruda.
Deapuea de leerte me quedo en silencio…………….Bs.
quise decir despues y no esa cosa rara que apareció escrita…………
Gracias Carmen! Y no te preocupes por lo que aparece…han cambiado todo en WordPress y estoy perdida en mi blog… igual he tocado algún botón! Abrazos.
Un corazón que termina su hibernación, es una corazón que late adentro. Muy bello!!! gracias Anne por tu regreso.
Tu comentario me emociona, querida Ana. No sabes cuánto te lo agradezco. Un fuerte abrazo.
Hola…de nuevo. Un placer «verte» otra vez.
Un cariñoso abrazo.
El placer es mío! Te agradezco de corazón el tiempo que dedicas a leerme. Un abrazo
Me gusta lo del corazón humeante de niebla. Aquí, en Valladolid, estaría en tu hábitat: desde finales de noviembre hasta enero disfrutamos de nieblas diarias que mojan las aceras.
La planta es preciosa, pero exige muchos cuidados. Tuve una y la regalé a los dos días; demasiada complicada para mí. 🙂
Es estupendo tenerte de vuelta, normanda.
zambu, la niebla es muy sugerente para mí ya que en Normandía abunda.Me trae muchos recuerdos, muchas imágenes. Seguro que a tí te pasa con Valladolid.
Tengo cyclamens en mi terraza, es una foto de uno de ellos, se crían solos…con un poco de agua y abrigados de las heladas (cuando son fuertes).
Abrazos!
Bellisimo !!!gracias y saludos ,feliz vida
Gracias a ti!