Berthe Morisot. Les pommiers.
Vuelve a casa bajo la sombra violeta del atardecer,
la arenilla del camino chasquea alegre bajo los zapatos de satén,
dulce caminar veraniego de miel y de trigo,
cosquilleos de brisa , volutas de sol y rostro tendido,
infinitamente,
hacía el azur.
Cielo incendiado bajo la muselina de la cofia,
tan, tan, almidonada que sus bordes son heridas,
y los zapatos de satén,
zuecos hundidos muy dentro del invierno.