Cuando aprieta el calor y se ensancha la pereza,
desde la tibieza hueca del sofá, creo hallar tu presencia.
Empujados por el frescor de mi abanico, los visillos se hinchan
y tu silueta se dibuja entre partículas de salitre
tendidas sobre hilos de luz. Tuyo es el espacio.
Tuyo por entero. Me mareas. Me asfixias. Te suprimo. No puedo.
En la oscuridad de los posos del café, te reinvento, joven y bello.
Te otorgo otra vida. Una vida feliz. Serás mi colgante de obsidiana,
corazón de basalto cercado de metal. Vetas rojas, estuario de mi piel.
Anochecer de borrasca, tú y yo a seis pies de profundidad.
Para siempre, tú y yo bajo el mar. Para siempre en la sima, padre.
Bello y muy conmovedor con esos pzra siempre que solo los alcanza la poesía y el amor. Hoy dia del padre tu poema llega hondo. Un abrazo Anne.
Ana Maria, es un poco triste ya que se dirige a un padre ausente, me alegro tanto que puedas disfrutar del tuyo. Gracias por pasar, comentar y animar.
Un abrazo
¡Has vuelto! Supongo que te merecías el descanso, pero tu ausencia se ha notado. He aprovechado para disfrutar de tus escritos anteriores. Algunos son magníficos, todos buenos. Me han gustado mucho con tus relatos de viajes. ¡Sana envidia! Particularmente disfruto con tu manera de dejarnos intuir tus sentimientos sin contárnoslo.
Este último relato es, en mi modesta opinión, de los mejores.
Encantado de enviarte de nuevo un fuerte abrazo.
Muchas gracias Uriz por darme tanto ánimo! En cuanto a los relatos de viajes, a ver si los retomo ya que se aproxima un periodo estival! Gracias por comentar!
Un abrazo
Hay como un cierto oleaje, versos compuestos de frases cortas, como brochazos de mar que perfilan esa imagen entre visillos. Hermoso, profundo, no sé de cuantos metros. Por cierto, yo pondría el seis en letra, aunque quién sabe de esto. Un abrazo fuerte.
Amando, me enorgullece tu comentario, en cuanto al seis, tienes toda la razón…se me había escapado. Ahora lo corrijo. Gracias.
Un abrazo
Un poema triste, de imagenes humedas y salitrosas y pesadas y oscuras como la obsidiana… Gran poema amiga un beso Rub
Es un poema un poco triste para celebrar el día del padre, rub. Me salió así. Gracias por pasar, por comentar, por la amistad.
Un abrazo
Yo también tengo un padre ausente, 10 años ha, también amante de la mar, y no hay semana que no nos sueñe pescando.
Me gusta lo de “no nos sueñe pescando”…introducir al que ya no está en este “nos” tan vital. Gracias por leer y comentar.
Que alegria reencontrar tus versos. Este poema que dibuja sentimientos que esconde tu alma viajera. Muy hermoso. Un saludo
Concha, tienes razón, tengo alma viajera y muy a menudo la proyecto en el pasado. Te agradezco la lectura y el comentario.
Un abrazo
Me has emocionado, Anne. Estoy convencida de que tu padre tuvo una vida estupenda aunque hubiera también dolor, ¡quién no sufre! Seguro que se llevó consigo bonitas fotografías. El mar siempre presente en tu escritura, normanda. 🙂
Te agradezco la emoción, zambu. Mi padre, como bien dices, tuvo una vida feliz y triste como la que tenemos todos.
Un abrazo